LOS REYES LEONESES EN LA LÍRICA TROVADORESCA (IV): Alfonso IX, "El Buen Rey"

07 agosto, 2009

Aquí tenéis la cuarta y penúltima entrega de esta serie de artículos dedicados a las apariciones de los reyes leoneses en la poesía trovadoresca provenzal. Ahora toca hablar de Alfonso IX, quien tuvo la desgracia de reinar al mismo tiempo que su homónimo Alfonso VIII (ó I) de Castilla, lo que ha dado lugar a muchas confusiones a la hora de identificar a cada uno de los reyes en algunas crónicas y (cómo no) en las poesías de los trovadores.

Peire Vidal (1180?-1205, imagen de la izquierda), trovador provenzal de Toulouse, en su canción de Cruzada titulada “Baron, Jhesus, qu’en crotz fon mes” (1201-1202), lanza el siguiente consejo al rey leonés:
Reis de Leon, senes mentir,
deventz honrat pretz reculhir,
cum selh qui semen’en garag
temprat d’umor ab douz complag.
“Rey de León, de verdad os digo: debéis obtener honrado galardón, como quien siembra el barbecho humedecido con dulce llanto”

El mismo autor, al cantar las excelencias de un tal conde Arman en su obra “Neus ni gels ni plueja ni fanh”, acaba comparándolo con el rey de León:
Ardiment a d’aragones
E gai solatz de vianes.
E sembla me de domneyar
e.l rei de Leo de donar.

“Tiene la valentía del aragonés, y la alegría del habitante de Vienne, y se parece a mí en el galantear, y al rey de León en generosidad”.

Estas composiciones dejan entrever que Peire Vidal estaba familiarizado con la corte leonesa, por lo que no se puede descartar que la visitara en alguna ocasión. En cualquier caso, guardó buenos recuerdos de sus viajes por la Península, y se mostró muy agradecido a los reyes hispanos.
A ellos y sus naciones les dedica su canto “Mout es bona terr’Espanha” (Muy buena tierra es España), en el que entre otras cosas dice lo siguiente:

Per que·m platz qu’entr’els remanha
en l’emperial reyo,
quar ses tota contenso
mi rete gent e·m gazanha
reis emperaires N’Anfos,
per cui Jovens es joyos,
quez el mon non a valensa,
que sa valors no la vensa.

“Por lo que me place quedarme entre ellos, en la región imperial, pues sin ninguna discusión me retiene gentilmente y me gana el rey emperador don Alfonso, por quien Juventud está contenta, ya que en el mundo no hay valentía que no sea vencida por su valor”.

Curiosamente, este rey Alfonso ha sido identificado de una manera totalmente arbitraria como Alfonso VIII (quien en realidad debería ser conocido como Alfonso I de Castilla) por autores como Hoepffner, Riquer y Carlos Alvar. Sin embargo, si atendemos a las fechas en las que Peire Vidal ejerció como trovador (1180?-1205) y las comparamos con las de los reinados de Alfonso VIII (1158-1214) y Alfonso IX (1188-1230), sería más fácil aplicar el verso “por quien Juventud está contenta” al leonés que al castellano. Además, recordemos que en sus composiciones “Baron, Jhesus” y “Neus ni gels” cita explícitamente al rey leonés, y que Castilla, a diferencia de León, nunca ostentó el título de reino o región imperial.

Casi lo mismo podría decirse de una de las última poesías de Peire Vidal titulada “Quant hom es en autrui poder”:
Dona, per vos am Narbones
E Molinatz e Savartes,
Castella e.l bon rei N'Amfos,
De cui sui cavaliers per vos.

“Señora, por vos amo el Narbonés y Molina y Savartés, Castilla y al buen rey don Alfonso, de quien soy caballero gracias a vos”. Carlos Alvar y otros opinan que “Castilla” y “Alfonso” van unidos, por lo que se trataría de Alfonso VIII. Sin embargo, la enumeración de distintos territorios que se hace en los versos inmediatamente anteriores podría ir en contra de esta idea: ese Alfonso no tendría por qué hacer referencia necesariamente a Castilla, y a lo mejor en quien estaba pensando el trovador era en Alfonso IX de León. En cualquier caso, es probable que nunca lo sepamos con certeza. Y lo mismo ocurre en un par de versos de su obra titulada “Be m’agrada la covinens sazos”:

(…) dona, quar vos mi podetz far caitiu,
don’, e, si·us platz, plus ric que·l rei N’Amfos.

“Señora, vos podéis hacerme prisionero, señora, y si os place más rico que el rey Alfonso”
¿A qué rey Alfonso se refiere: al VIII o al IX? Como sabemos a ciencia cierta que Peire Vidal trabajó al servicio de Alfonso IX, y se sospecha que también del de Alfonso VIII, nos quedamos con la duda. Y la situación se repite en su composición “Dieus en sia grazitz

Per so·m sui gent garnitz contra·ls flacs acrupitz qu’ab mi n’es Aragos e Castell’e Leos, e·l valens reis N’Amfos te·ls castels establitz, on pretz es gen servitz et honratz e volgutz; per qu’ieu dels abatutz flacs avars, cor de ven, ai pauc de pessamen.

“Por eso me he protegido de los medrosos, pues conmigo están Aragón, Castilla, León y el valiente rey don Alfonso, que tiene los castillos establecidos, donde el mérito es gentilmente servido, honrado y querido; y por eso me preocupan poco los mezquinos avaros abatidos, corazón de viento”. Una vez más, ¿a qué rey Alfonso se refiere el trovador? Desde luego lo cita a continuación del reino de León, con lo que podría parecer Alfonso IX, aunque la referencia a los castillos podría hacer pensar en Alfonso VIII. Sin embargo, el leonés también fue famoso por la cantidad de fortalezas que construyó en la frontera con Castilla.

Guilhem (o Guillem) Magret (imagen de la derecha) fue un juglar y trovador de Vienne (Provenza) que desarrolló su arte entre 1195 y 1210 aproximadamente. Una de sus principales obras fue “Aigua pueia contramon”, escrita a finales del siglo XII, y en la que realiza un bello canto al reino de León y a su rey Alfonso:

En Espaigna a un pon per on hom passa soven, fag per tal encantamen que si.l parlatz, gen respon; cinc pilars i a, seignors, e ben a mil cavalhs cors, tan es belhs de plana via; en l’ausor pilar que.i sia esta lo valenz reis n’Anfos rics de cor e tan poderos que del tot complis son talan. Et a Leon trobiei fon on sorzon var vestimen et aurs mesclatz ab argen, et en estiu, can neus fon, i nais temprada freidors et entorn nadal calors, e si vilans en bevia, cortes et adretz seria, e.ill marrit e li consiros en tornon alegr’e ioios e.ill paubre manent qui la van.

“En España hay un puente por donde se pasa a menudo, hecho con tal encanto que, si le habláis, responde amablemente; hay en él cinco pilares, señores, con sitio para más de mil caballos, tan hermoso es y de llano camino; y en el más alto de los pilares está el rey don Alfonso, rico de ánimo y tan poderoso que en todo realiza sus deseos. Y en León encontré la fuente de donde manan variados vestidos y oro mezclado con plata, y en verano, cuando se funde la nieve, hace un fresco agradable, y hacia Navidad, calor, y si un villano bebiera [en aquella fuente], se volverá cortés y de buenos modales, y los tristes y apesadumbrados se vuelven allí alegres y gozosos, y los pobres que van allí, poderosos”.

Es evidente que el puente de cinco pilares representa a la Hispania cristiana de la época, compuesta por cinco reinos independientes (León, Portugal, Castilla, Navarra y Aragón). Para el trovador, el principal de esos pilares es el reino de León, representado por el rey Alfonso IX. Para insistir en este aspecto, Magret realiza una vívida y poética descripción de la capital del reino (o del reino mismo) tomando la imagen de una fuente, y la influencia benéfica que ejerce sobre los que la visitan. Si en realidad está hablando tan sólo de la ciudad de León, se podría decir que el trovador sigue la línea de Aymeric Picaud cuando escribió a mediados del siglo XII en su Codex Calixtinus que León “es ciudad sede de la corte real, llena de todo tipo de bienes”.

Sabemos que Elías Cairel (imagen de la izquierda), el famosísimo trovador nacido en Sarlat (Perigord) que ejerció su arte a comienzos del siglo XIII, visitó la corte de Alfonso IX entre los años 1210 y 1211. Ésta debió de causarle una magnífica impresión, que reflejó en la composición titulada “Abril ni mai non aten de far vers”:

Al rey prezan de Leon sui viratz, quar joys e chan e cortezia.l platz ni ane non fes contra valor traversa.

“Me he vuelto hacia el famoso rey de León, porque le agradan alegría, canto y cortesía, y nunca puso obstáculo al valor”.

Estos versos denotan un gran conocimiento del monarca y su entorno, y muestran una faceta caballeresca y cortesana poco conocida de Alfonso que le debió convertir en una poderosa fuerza atractora para los trovadores de Europa occidental. El mismo Cairel, en otra obra suya titulada “Si cum cel qe sos compaignos”, vuelve a retratar muy favorablemente al rey leonés:
Lo bon rei de Leon prezan
am ses engan,
qu’el a l’usatge de la fon
don no vei negun fadion.

“Amo sin engaño al famoso y buen rey de León, pues tiene la costumbre de la fuente, en la que no he visto a nadie engañado”.

En la obra “Vida” de Uc de Saint Circ, trovador de Quercy, se detallan algunos de sus viajes:

“(...) et estet lonc temps ab el en Peitieu et en las soas encontradas, pois en Cataloigna et en Arragon et en Espaingna, ab lo bon rei Amfos de Lion et ab lo rei Peire d'Arragon”

“Y estuvo mucho tiempo con él [con Sauvarico de Mauleon] en el Peitieu y en sus alrededores, después fue a Cataluña, Aragón y España, con el buen rey Alfonso de León, y con el rey Pedro de Aragón”.

Resulta significativo que Uc de Saint Circ refleje un buen recuerdo sobre el rey leonés, ya que nos indica que recibió un buen trato en la corte legionense, lo que apuntalaría también la posibilidad de que Alfonso IX gustara de un ambiente culto y refinado en la que los trovadores provenzales eran bien recibidos.

2 comentarios:

fonsado dijo...

Extraordinaria esta serie de entradas.
Un tema totalmente desconocido. Enhorabuena. Saludos

Zurriellu dijo...

Buen artículo, pero me quedo con las traducciones al patsuezu del blog "Na lluna hai una vieya filando" ;)